¿Nuevo Modelo Productivo? Más allá de las apelaciones genéricas a “un Nuevo modelo productivo” (NMP) se repiten manifestaciones de fe en la Innovación Tecnológica para parir el ansiado NMP, sin tomar en consideración las limitaciones cuantitativas y cualitativas al crecimiento ilimitado, con nuevas o viejas tecnologías, si no se toma en serio un cambio drástico hacia un modelo productivo hipocarbónico, reductor exigente del consumo de energía y materias primas no renovables, respetuoso y protector de la biodiversidad en tierra, mar y aire.
Sostenibilidad Medioambiental e Innovación Tecnológica Dado el nivel científico y tecnológico alcanzado por la sociedad, no debiera afirmarse irreflexivamente que toda innovación tecnológica comporta efectos positivos para la vida actual y futura del planeta y todos aquellos que la habitamos. La clásica oposición de pareceres entre Malthus y Marx, necesita una intensa revisión, empezando por las premisas de partida y terminando por los resultados a los que apuntaban.
Ejemplo: Las innovaciones para reducir la contaminación por la producción de energía a partir de combustibles fósiles y finitos ya no bastan, es el momento de las energías renovables. Se impone orientar y potenciar la innovación tecnológica hacia aquellos modos de hacer y productos a obtener que aporten sostenibilidad medioambiental y, también, económica.
¿Empleo Verde? Un modelo productivo y una economía verdes, necesariamente han de sustentarse y producirán empleos verdes. Pero este NMP, ¿está recién por ser creado o lleva ya algún tiempo en gestación? Ya vienen siendo señalados una serie de sectores como Sectores Verdes “Tradicionales”, entre los que destacan las energías renovables.
Pero no alcanza con desarrollar los sectores sostenibles existentes, pues subsiste la gran masa de actividades en Sectores Reverdecibles que, sin estar en el pelotón de la sostenibilidad, albergan oportunidades enormes para la aparición de empleos reverdecedores de carácter transversal. Introducción de la holografía, impresión 3D, nanotecnologías y nanomateriales, digitalización generalizada, reducción sistemática del consumo de materias primas finitas y sustitución de las contaminantes, sustitución gradual de la producción de vehículos contaminantes por eléctricos o híbridos, etc.
Como se apunta más arriba, en los últimos años van ocupando su lugar algunos sectores calificados como sostenibles y apareciendo Sectores Verdes Emergentes en distintos países y con disímiles resultados.
Empleo Verde y Mercado de Trabajo Los defensores de la economía neoliberal sostienen machaconamente que lo decisivo es el crecimiento económico, basado en la productividad y la consiguiente mejora de la competitividad que traen como consecuencia la creación de puestos de trabajo y la felicidad universal. La gestión de este paraíso lo depositan en manos de la Oferta y Demanda; así de simple. Los amigos crecentistas neokeynesianos no dudan en presentarse como los mejores gestores de la felicidad, lástima que coincidiendo, con los primeros, en el culto al becerro del PIB.
«...es el momento de las energías renovables.»
Aquí nos interesa resaltar que la creación de empleos queda cuestionada si no se desarrolla, en paralelo, un proceso de “producción” de cualificaciones correspondientes con los requerimientos competenciales de dichos empleos.
Cualquier política activa de empleo que se precie, debiera contar con un conocimiento expreso y actualizado de los cambios en los procesos de producción y servicios, requerimientos profesionales de los empleos, competencias en sostenibilidad transversales e itinerarios formativos correspondientes.
Sin eso, ¿de qué sirve contar con un Catálogo Nacional de las Cualificaciones que ni recoge la realidad del empleo sostenible, ni puede aportar nada a la creación de competencias profesionales por el sistema de formación y condena al sistema de intermediación a trabajar a ciegas?
Sugerencias a quienes corresponda. Es llegado el tiempo de dar una vuelta al Sistema Nacional de Cualificaciones y Formación Profesional, para revisar la estructura del Catálogo Nacional de Cualificaciones, la Formación Profesional, la EPA, las estadísticas del SEPE y del INE, para que todo el universo del empleo vaya avanzando en la perspectiva de la sostenibilidad.
Francisco S. López Romito
Economista.
Miembro de ASYPS.
TRIBUNA 02
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