¿En qué condiciones puede el cambio tecnológico provocar un cambio estructural en los países en desarrollo y conducir a un desarrollo industrial a largo plazo, socialmente incluyente y ambientalmente sostenible? Esa es la pregunta central abordada en este Informe sobre Desarrollo Industrial 2016. La Declaración de Lima, adoptada por los Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial en diciembre de 2013, sentó las bases para una nueva visión del desarrollo industrial inclusivo y sostenible (ISID). El concepto de ISID es parte del nuevo Objetivo de Desarrollo Sostenible 9 para construir una infraestructura resiliente, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación.

ISID tiene tres elementos, que son el marco para este informe. El primero es la industrialización sostenida a largo plazo como motor del desarrollo económico. El segundo es el desarrollo industrial socialmente inclusivo y la sociedad, que ofrece igualdad de oportunidades y una distribución equitativa de los beneficios. Y el tercero es la sostenibilidad ambiental, que disocia la prosperidad generada por las actividades industriales del uso excesivo de los recursos naturales y el impacto ambiental negativo. Esta estructura tridimensional se nutre de las recomendaciones de políticas para hacer frente a las muchas concesiones que enfrentan los países para mantener el crecimiento económico, promover la inclusión social y avanzar hacia transformaciones económicas más verdes.